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El informe Evaluación del Impacto Económico y Social de la Caza en España (2018) realizado por Deloitte y la Fundación Artemisan muestra al cazador como un varón (en el 98% de los casos) asalariado de más de 46 años, con estudios universitarios, con unos ingresos medios de 1.908 euros netos al mes y que practica tanto la caza mayor como la menor.
Arco y cáncer de mama
En el caso del tiro con arco, el perfil es muy diferente. «Es una actividad que practican niños y mujeres a los que incluso no les gusta la caza», recalca Daniel González, delegado de Arco de la RFEC. La actividad no requiere licencia de caza ni de armas, puesto que los arqueros apuntan sus flechas a figuras en 3D que simulan animales reales.
El movimiento de abrir el arco es tan beneficioso para la salud que en algunas localidades como Pozuelo de Alarcón (Madrid) o Lorca (Murcia) las sociedades de cazadores y arqueros ofrecen esta práctica de forma desinteresada a mujeres que han sido operadas de cáncer de mama. González avanza que la ciudad de Mijas (Málaga) se sumará en los próximos meses.
En las cirugías de estos tumores se suelen extirpar ganglios de la axila la paciente, lo que le puede provocar un linfedema, inflamación del brazo debido a la retención de líquidos. La vibración del arco y el movimiento al tensarlo favorecen el drenaje natural en esa zona.
En el caso del tiro con arco, el perfil es muy diferente. «Es una actividad que practican niños y mujeres a los que incluso no les gusta la caza», recalca Daniel González, delegado de Arco de la RFEC. La actividad no requiere licencia de caza ni de armas, puesto que los arqueros apuntan sus flechas a figuras en 3D que simulan animales reales.
El movimiento de abrir el arco es tan beneficioso para la salud que en algunas localidades como Pozuelo de Alarcón (Madrid) o Lorca (Murcia) las sociedades de cazadores y arqueros ofrecen esta práctica de forma desinteresada a mujeres que han sido operadas de cáncer de mama. González avanza que la ciudad de Mijas (Málaga) se sumará en los próximos meses.
En las cirugías de estos tumores se suelen extirpar ganglios de la axila la paciente, lo que le puede provocar un linfedema, inflamación del brazo debido a la retención de líquidos. La vibración del arco y el movimiento al tensarlo favorecen el drenaje natural en esa zona.
Rapaces para volar con seguridad
Ser cetrero es un modo de vida. «Es una pasión que no puedo dejar», asegura Pedro Saíz, campeón de España de cetrería en seis ocasiones. Los cuidados y entrenamientos que requieren las aves, halcones en su caso, implican una atención diaria.
Gracias a herramientas GPS, con un transmisor que porta la rapaz y un receptor en tierra, los cetreros saben en todo momento dónde se encuentra el animal, incluso aunque ascienda a 2.000 metros de altura, como ocurrió durante la demostración realizada en Castillejo de Robledo.
A pesar de la distancia, el ave distingue perfectamente al halconero, que le hace gestos cuando va a soltar a una presa. La caída en picado desde esa altura para atrapar a la paloma o al faisán en cuestión supera los 200 kilómetros por hora.
La actividad se practica en más de setenta países de todo el mundo y es muy útil para el sector aeronáutico. «Es fundamental para la seguridad aérea», destaca el presidente de la RFEC. Accidentes como el del avión que tuvo que amerizar en el río Hudson (EE.UU.) porque impactó con una bandada de gansos –dañando sus motores al poco de despegar– ponen de manifiesto el peligro de las aves que se cruzan con las rutas aéreas.
En nuestro país los cetreros colaboran con AENA, ubicando sus rapaces en los aeropuertos para cazar palomas, patos o cualquier otro tipo de fauna que pudiera interferir en el espacio aéreo.
Ser cetrero es un modo de vida. «Es una pasión que no puedo dejar», asegura Pedro Saíz, campeón de España de cetrería en seis ocasiones. Los cuidados y entrenamientos que requieren las aves, halcones en su caso, implican una atención diaria.
Gracias a herramientas GPS, con un transmisor que porta la rapaz y un receptor en tierra, los cetreros saben en todo momento dónde se encuentra el animal, incluso aunque ascienda a 2.000 metros de altura, como ocurrió durante la demostración realizada en Castillejo de Robledo.
A pesar de la distancia, el ave distingue perfectamente al halconero, que le hace gestos cuando va a soltar a una presa. La caída en picado desde esa altura para atrapar a la paloma o al faisán en cuestión supera los 200 kilómetros por hora.
La actividad se practica en más de setenta países de todo el mundo y es muy útil para el sector aeronáutico. «Es fundamental para la seguridad aérea», destaca el presidente de la RFEC. Accidentes como el del avión que tuvo que amerizar en el río Hudson (EE.UU.) porque impactó con una bandada de gansos –dañando sus motores al poco de despegar– ponen de manifiesto el peligro de las aves que se cruzan con las rutas aéreas.
En nuestro país los cetreros colaboran con AENA, ubicando sus rapaces en los aeropuertos para cazar palomas, patos o cualquier otro tipo de fauna que pudiera interferir en el espacio aéreo.
Fuente: ELESPAÑOL