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La consejera de Agricultura del Gobierno regional, María Luisa Soriano, ha afirmado que la nueva Ley de Caza de Castilla-La Mancha «adapta la actividad cinegética a la realidad social y económica de la región, y presta especial atención a la conservación del medio natural y al aprovechamiento sostenible de los recursos cinegéticos». El Consejo de Gobierno ha dado luz verde al Anteproyecto de Ley de Caza de Castilla-La Mancha una vez que ha pasado por su correspondiente periodo de información pública. Ahora será remitido al Consejo Consultivo para su dictamen y posterior tramitación parlamentaria.
Soriano ha expuesto que la ley busca afianzar dos principios básicos: simplificar y agilizar los trámites administrativos y aumentar la confianza en la profesionalidad de los gestores de terrenos cinegéticos.
La consejera ha recordado la importante repercusión que tiene la caza en las zonas rurales y ha destacado que es «una ley muy social, porque favorece y facilita la caza a los aficionados de los municipios rurales de Castilla-La Mancha», a la vez que «garantiza la conservación de la naturaleza y la mejora genética y sanitaria de las especies».
PRINCIPALES NOVEDADES
Entre las principales novedades, Soriano ha resaltado que, de cara a mantener la pureza genética, la ley fija ‘Planes de Conservación del Patrimonio Genético’ de las especies más sensibles, como la perdiz roja o el ciervo ibérico, a la vez que impulsa una ‘Marca de Calidad Cinegética’.
El texto simplifica los tipos de terrenos cinegéticos, que quedan reducidos únicamente a dos -‘Cotos de Caza’ y ‘Zonas Colectivas de Caza’-. Esta últimas son terrenos cinegéticos cuyos titulares son sociedades de cazadores, clubs o similares con fines sociales, y en ellos la actividad cinegética se realiza sin ánimo de lucro. Para estas zonas colectivas populares se reducirá al 50% la tasa de matrícula.
María Luisa Soriano ha subrayado que la nueva normativa establece una forma más flexible y rápida para la creación, ampliación o segregación de cotos de caza, al tiempo que desarrolla fórmulas tanto para la responsabilidad civil derivada de accidentes de tráfico por piezas de caza como para la responsabilidad por daños a la agricultura, ganadería o nuevas reforestaciones.
Por otro lado, se impulsan los ‘Planes de Ordenación Cinegética’, los cuales además incluirán infraestructuras de protección contra incendios forestales y medidas de autoprotección para gestionar emergencias sanitarias en caso de accidente en el coto.
Asimismo, habrá planes zoosanitarios para prevenir y controlar enfermedades en las especies cinegéticas, especialmente aquellas que puedan afectar a la fauna silvestre, al ganado doméstico o a las personas
Con respecto a las infracciones, además de la mera sanción económica, se incorporan sanciones que suponen una limitación a la actividad cinegética o empresarial que realiza el infractor, dando máxima importancia a impedir la utilización de medios masivos no selectivos, especialmente el uso de venenos y también el cuidado de las especies protegidas